Del río Suaza en arenosa playa
hay un árbol añoso y corpulento
que ya muerto, desnudo y solitario
atalaya parece desde lejos.
Allí vino a posarse, silenciosa,
un ave grande de pausado vuelo,
en una tarde de medrosa calma
cuando el sol daba su postrer aliento.
Por largo rato se quedó observando
de su marcha el trazado derrotero,
y al fin fijó sobre el cristal del río
sus grandes ojos de tristeza llenos.
Yo la observaba con profunda calma
hasta que al fin la interrogué, diciendo:
¿De dónde vienes y por qué tan triste
estás allí mirando hacia lo lejos?...
¿Por qué tus ojos con dolor se inclinan
y parece que escuchas algún eco?...
¿Acaso lágrimas tus ojos vierten
o te place del río su lamento?...
¿Acaso vienes de país remoto
tu nido abandonando y tus afectos?...
¿O en la jornada cazador aleve
de muerte hirió tu dulce compañero?...
¿O fue que él te abandonó y ahora
vagas sin fe los bosques recorriendo?...
¿O crees sentirlo que te busca y llama
o en lontananza te parece verlo?...
¿Por qué no me respondes?...
¿Por qué sigues en tu tristeza,
soledad y duelo?...
¡Ah... cuan iguales son, ave afligida,
nuestra desolación, nuestro tormento!
Yo también soy un ave peregrina
que ignoto derrotero voy siguiendo;
en silencio mis quejas exhalando
porque nadie comprende mi lamento.
Mas también como tú, hallo en mi senda
oasis de esperanzas y sosiego;
sólo que tú inclinas la cabeza
y yo alzo mis ojos a los cielos!
Y en tanto que vagamos por el mundo
portando las tristezas del desierto,
la noche expande pavoroso manto
y el Suaza se lamenta entre su lecho.
ARUL
Acevedo, noviembre de 1950
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Tomado Con fines Culturales de la PUBLICACION: EL ECO DEL VATICANO No. 695, órgano Oficial de la Diósesis de Garzón Huila, Octubre - Diciembre 1982, Director: Leonidas Ortíz Losada.
Himno de Acevedo Huila
Himno de Acevedo Huila, Autor: Ramón Luna Ramírez
28/9/09
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